Eugenia Tomé Lamas, fundadora y responsable de la tienda de Dequidt 8 en A Coruña, nos resuelve en este artículo las 5 preguntas más habituales que le hacen las clientas en el día a día. ¡Toma nota!
¿Cuál es la diferencia entre cosmética natural y cosmética orgánica?
La cosmética natural y la cosmética orgánica coinciden en que ambas evitan en sus formulaciones ingredientes como parabenos, ftalatos, sulfatos, fragancias sintéticas y siliconas, y se diferencian entre ellas principalmente en el origen de sus ingredientes.
En la cosmética natural, se utilizan componentes directamente extraídos de la naturaleza. Sin embargo, la cosmética orgánica da un paso más al emplear ingredientes naturales cultivados sin la utilización de pesticidas ni otros químicos sintéticos.
Ambas opciones, la cosmética natural y la cosmética orgánica, comparten el objetivo de proporcionar alternativas más saludables y respetuosas con el entorno en comparación con los productos convencionales.
¿Caducan antes los cosméticos naturales?
La duración de la cosmética orgánica puede variar dependiendo de varios factores, entre ellos la formulación específica del producto. En general, la cosmética orgánica puede tener una vida útil similar a la de la cosmética convencional.
Algunas cosméticas orgánicas pueden utilizar conservantes naturales, extractos de plantas o aceites esenciales con propiedades conservantes. Sin embargo, estos ingredientes pueden no ser tan duraderos como algunos conservantes sintéticos. Por lo tanto, es posible que algunos productos orgánicos tengan una vida útil ligeramente más corta Las cremas suelen tener una caducidad de 6 a 12 meses desde que las abrimos. Asegúrate de cerrar bien tus productos cada vez que los utilices y nosotras te recomendamos no empezar uno nuevo hasta que hayas terminado otro similar. 😉
¿Cuál es el orden de los productos en una rutina facial?
El orden de una rutina de cuidado de la piel puede variar según los productos específicos que utilices, pero aquí tienes una guía general en la que puedes basarte:
- Limpieza: Utiliza un limpiador facial para eliminar impurezas, maquillaje y exceso de grasa.
- Exfoliación: La exfoliación puede realizarse de 1 a 2 veces por semana, dependiendo del tipo de piel y del producto utilizado. Ayuda a eliminar células muertas y promover la renovación celular. Utiliza productos de exfoliación mecánica suave o con ácidos suaves de origen vegetal como el ácido láctico o el ácido glicólico.
- Tónico: Aplica un tónico para equilibrar el pH de la piel y prepararla para los productos siguientes. Puedes elegir uno tónico o bruma facial hidratante, calmante o que aporte nutrientes a tu piel. Pueden contener ingredientes como agua, extractos de plantas, aceites esenciales, vitaminas y otros componentes que ofrecen diversos beneficios para la piel.
- Sérum: Aplica sérum o booster con ingredientes específicos según tus necesidades, como vitamina C para la luminosidad, ácido hialurónico para la hidratación, reducir manchas, combatir la flacidez…
- Hidratante: Aplica una crema hidratante para mantener la piel nutrida y equilibrada. Busca la más adecuada para tu piel, suelen contener ingredientes naturales hidratantes como la manteca de karité, aloe vera, ácido hialurónico natural o extractos de plantas.
- Protector Solar: Por la mañana, aplica protector solar para proteger la piel contra los daños causados por los rayos UV. Te recomendamos utilizar protectores solares físicos no químicos con un SPF 30 o mayor, los más comunes son los que contienen Óxido de Zinc y Dióxido de Titanio.
Recuerda utilizar protección solar tanto en verano como en invierno. Aunque la intensidad del sol puede disminuir en invierno y los días pueden ser más cortos, la radiación ultravioleta (UV) sigue presente y puede dañar la piel.
Este es un orden básico y puedes ajustarlo según tus necesidades y los productos que prefieras. Recuerda también prestar atención y ajustar tu rutina según la respuesta de tu piel a dichos productos.
¿Qué es la doble limpieza de la piel?
La doble limpieza de la piel es una técnica de cuidado facial que implica dos pasos de limpieza consecutivos para garantizar una piel completamente limpia y libre de impurezas, maquillaje y residuos. Este enfoque es particularmente popular en las rutinas de cuidado de la piel asiáticas y es eficaz para lograr una limpieza profunda. Aquí están los dos pasos de la doble limpieza:
- Limpiador a base de aceite: El primer paso implica el uso de un limpiador a base de aceite. Este tipo de limpiador es eficaz para disolver el maquillaje, protector solar resistente al agua, exceso de sebo y otras impurezas basadas en aceite. Aplicas el limpiador a base de aceite en la piel seca y masajeas suavemente para disolver las impurezas.
- Limpiador a base de agua: El segundo paso consiste en usar un limpiador a base de agua para eliminar cualquier residuo restante, así como las impurezas solubles en agua. Este paso ayuda a limpiar la piel en profundidad, eliminando restos de maquillaje y aceites.
Esta técnica es beneficiosa para todo tipo de piel, incluso para aquellas con piel grasa.
¿Cuál es la diferencia entre piel seca y deshidratada?
- Piel Seca: Falta de aceites naturales (lípidos). Puede sentirse tirante, áspera y escamosa. Factores genéticos, ambientales y de edad pueden contribuir.
- Piel Deshidratada: Falta de agua en la capa superior de la piel. Puede causar líneas finas, falta de elasticidad y piel grasa. Factores ambientales, hábitos de vida y productos pueden contribuir.
Ambas condiciones pueden presentarse simultáneamente, y se abordan proporcionando tanto hidratación como humectación según las necesidades específicas de la piel.
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